¿QUÉ ES EL PIE EQUINO VARO CONGÉNITO?

Pie Equino Varo Congénito

El pie equino varo congénito (PEVC), conocido popularmente como pie chapín o pie zambo, se caracteriza por una serie de deformidades del pie presentes al nacimiento, que altera su posición normal y amenaza su función, aspecto y uso de calzado convencional. Es la deformidad del pie más común en todo el mundo. Se presenta en 1 -2 de cada 1000 bebés, ocurriendo 200.000 casos nuevos cada año en todo el mundo.

Se estima que actualmente hay casi un millón de niños con PEVC abandonados (sin tratar) en menores de 14 años.

¿Cuáles son las causas?

No existe claridad sobre las causas del PEVC. El pie que se está desarrollando normalmente se deforma en el segundo trimestre de embarazo, debido a que los ligamentos posteriores y mediales del tobillo y del pie están muy engrosados y rígidos. Los músculos son más pequeños y más cortos que en un pie normal. Con el crecimiento lleva a la posición anormal del pie y del tobillo.

¿Quién es propenso a padecerlo?

Todo bebe es propenso a padecerlo. No hay factores externos que afecten a la madre durante el embarazo que faciliten el desarrollo de PEVC en el bebé. La probabilidad puede aumentar si alguien en la familia lo padece o padeció la enfermedad; sin embargo, no necesariamente se trasmite de generación en generación.

¿Cuáles son los signos y síntomas?

¿Cómo puede prevenirse?

No es posible prevenir la enfermedad, pero si tratarse en los primeros meses de vida para mejores resultados.

¿Qué tipos de PEVC existen?

La clasificación viene dada por el origen de la enfermedad. Las características son las mismas en los dos tipos.

IDIOPÁTICO:

Es decir, de aparición espontanea o sin causa clara. El bebé simplemente nace con ella. Este tipo de PEVC es el más frecuente.

SINDROMÁTICO (NO IDIOPÁTICO):

Se da como consecuencia de algunos síndromes específicos como artrogriposis, espina bífida o mielomeningocele. Por ser causa de síndromes poco comunes es un tipo menos frecuente.

 
 

¿Cómo se trata?

El tratamiento que se realizó durante años fue la cirugía correctora extensa, que a su vez desencadenaba más cirugías, complicaciones y riesgos. Aunque el pie puede tener un buen aspecto después de la cirugía, es a menudo rígido, débil y doloroso. Después de la adolescencia, el dolor aumenta y a veces llega a ser incapacitante tanto física como laboralmente.

Un PEVC no tratado es devastador desde el punto de vista físico, psicológico, social y financiero para los pacientes y sus familias.

Por estas razones el Doctor Ignacio Ponseti creó un método sin cirugía para la corrección de esta deformidad con excelentes resultados. Actualmente el Método Ponseti se ha convertido en el tratamiento universalmente preferido para el tratamiento del PEVC. Existe, por consiguiente, una necesidad urgente de darlo a conocer y de educar a los padres. Este tratamiento es muy económico y muy bien tolerado por los niños.

Si su hijo tiene PEVC y no es tratado a tiempo, tendrá dificultades para caminar normalmente. Por lo cual recomendamos tratarlo poco después del nacimiento para mejores resultados. Cabe resaltar que puede tratarse a cualquier edad incluso en adolescentes y adultos.

Consecuencias de no tratar el PEVC

Si el PEVC no se trata, o si se abandona el tratamiento, el niño caminará torcido durante toda la vida, podría sufrir dolor, baja autoestima y verá disminuida su movilidad. Esta enfermedad no se corrige sola. Por el contrario, si la enfermedad se trata correctamente, el niño tendrá una vida con las mismas posibilidades y expectativas que todos sus compañeros.

Bien implementado y en manos expertas, el Método Ponseti, reducirá de manera dramática el número de niños incapacitados por la deformidad.

¿Eres médico interesado en el Método Ponseti? ¿Quieres ser voluntario en nuestras actividades o realizar donaciones? Envíanos un mensaje y te contactáremos.
Scroll al inicio